Estamos en el 2030 y lo que podemos observa en el entorno social son coche que ya no necesitan conductor, drones sobrevolando nuestras cabezas, transportando mercancía ligera, robot utilizados en terapias sociales con ancianos, en medicina ya no se recetan pastillas y pastillas sino que la mejor receta es el deporte diario y el descanso adecuado. Un mundo que comparado a hace 15 años parece muy moderno pero que a su vez retoma costumbres del pasado. Con todos estos cambios, la intriga es como son las aulas ahora en 2030.
En las aulas se pueden observar personas de diferentes lugares del mundo, ya que los transportes han evolucionado hasta tal punto que se puede llegar a cualquier parte del mundo rápidamente. Estas personas nos están dando una lección de tolerancia a los que estudiamos en 2019, ya que, aunque procedan de culturas tan distintas, parecen hermanos.
Las pizarras verdes de toda la vida se usan para que los alumnos den rienda suelta a su creatividad realizando dibujos de todo tipo. Las clases estará llenas de herramientas para que los alumnos puedan construir con sus propias manos lo que dicte el profesor. Los alumnos tendrán unas gafas de realizad virtual con las cuales pueden ver cualquier situación para posteriormente reflexionar y proponer soluciones a los diferentes conflictos surgidos en lugares muy diferentes. Los alumnos recrearan la historia y la podrán cambiar en un universo paralelo. Los idiomas se aprenderán realizando reuniones online y convivencias presenciales con personas de otros países.
¿Y cual es el papel del profesor ahora que tiene los alumnos tienen todos los medios para aprender por ellos mismos?
El profesor será aquella persona que anime las clases, que guíe a los alumnos y que resuelva las dudas que les surgen a los alumnos. Su papel es ser un observador y redirigir a los alumnos que se encuentran perdidos en la clase, fomentando el trabajo en equipo, creando buen ambiente en clase.