jueves, 7 de noviembre de 2019

ACTIVIDAD 20: EL INSTITUTO DEL FUTURO

Estamos en el 2030 y lo que podemos observa en el entorno social son coche que ya no necesitan conductor, drones sobrevolando nuestras cabezas, transportando mercancía ligera, robot utilizados en terapias sociales con ancianos, en medicina ya no se recetan pastillas y pastillas sino que la mejor receta es el deporte diario y el descanso adecuado. Un mundo que comparado a hace 15 años parece muy moderno pero que a su vez retoma costumbres del pasado. Con todos estos cambios, la intriga es como son las aulas ahora en 2030.

En las aulas se pueden observar personas de diferentes lugares del mundo, ya que los transportes han evolucionado hasta tal punto que se puede llegar a cualquier parte del mundo rápidamente. Estas personas nos están dando una lección de tolerancia a los que estudiamos en 2019, ya que, aunque procedan de culturas tan distintas, parecen hermanos.

Las pizarras verdes de toda la vida se usan para que los alumnos den rienda suelta a su creatividad realizando dibujos de todo tipo. Las clases estará llenas de herramientas para que los alumnos puedan construir con sus propias manos lo que dicte el profesor. Los alumnos tendrán unas gafas de realizad virtual con las cuales pueden ver cualquier situación para posteriormente reflexionar y proponer soluciones a los diferentes conflictos surgidos en lugares muy diferentes. Los alumnos recrearan la historia y la podrán cambiar en un universo paralelo. Los idiomas se aprenderán realizando reuniones online y convivencias presenciales con personas de otros países.

¿Y cual es el papel del profesor ahora que tiene los alumnos tienen todos los medios para aprender por ellos mismos? 

El profesor será aquella persona que anime las clases, que guíe a los alumnos y que resuelva las dudas que les surgen a los alumnos. Su papel es ser un observador y redirigir a los alumnos que se encuentran perdidos en la clase, fomentando el trabajo en equipo, creando buen ambiente en clase.





sábado, 2 de noviembre de 2019

ACTIVIDAD 19: ACCIÓN TUTORIAL Y PREVENCIÓN DE CONFLICTOS

Quien no ha estado en un aula de alumno donde han surgido conflictos. Los conflictos son inevitables  en los lugares donde se juntan personas cuyos pensamientos son diferentes, lugares como son las aulas. Se puede dar conflictos entre alumnos que proceden de familias de diferentes clases sociales, entre alumnos que tienen culturas diferentes, personas que tienen gustos y objetivos diferentes. Conflictos simples como quien tiene derecho a usar la pista para jugar a fútbol o por qué se castiga a unos y a los otros no. 

El conflicto que vamos a tratar ahora puede parecer un poco simple, pero por ello me gustaría tratarlo ya que no creo que nadie lo haga. Imaginemos que estamos observando el primer día de clase de un instituto, lo normal es que coloquemos a los alumnos en una disposición por apellidos, algo que no es aleatorio. A lo mejor se da libertad a los alumnos a que se sienten donde ellos quieran. En cualquier caso, seguramente, unos alumnos se quejaran por estar en la parte de atrás de la clase o puede que se quejen por estar demasiado cerca de la pizarra o muy lejos de sus mejores amigos.

Por lo tanto, mi propuesta es que no se siente a los alumnos en el mismo lugar todos los días, sino que se les obligue a rotar de sitio todos los días. Con esta medida los que se consigue es que los alumnos no se acostumbren a estar siempre en el mismo sitio, con las mismas personas alrededor. Además, se consigue que todos los alumnos se conozcan entre ellos y formen grupo, grupo que será clave para resolver posteriores conflictos.

Como reflexión general me gustaría decir que el conflicto es inevitable, lo que si podemos hacer es que nuestros alumnos toleren el conflicto y sean respetuosos con las soluciones tomadas entre todos.

ACTIVIDAD 18: EL PROFESOR IDEAL

Imaginemos a nuestro tutor ideal, ¿cómo sería este?

Para mi el tutor ideal sería Emi, una persona empática, cercana, clara en sus objetivos, una persona curiosa por aprender cosas nuevas, que sea culto e interesante, que comunique bien las ideas, que lleve una persona motivadora dentro, que sea justo con todas las personas y paciente con sus alumnos, responsable de sus hechos a la vez que creativo en sus métodos docentes, extrovertido y resiliente a la monotonía del día a día.

No se si algún día llegaré a ser como Emi, lo que estoy seguro es que por intentarlo no va a quedar.